La tragedia de Romeo y Julieta


Había una vez, una pareja que vivía feliz juntos y hacían todo juntos ya que no querían separarse y en cada obstáculo que la vida les daba, ellos salían adelante. La chica se llamaba Julieta y el chico Romeo. Con el paso del tiempo, ya nada era como antes; Julieta se juntaba más con sus amigos mientras que Romeo quería que ella esté con él porque se sentía cada vez peor si ella no estaba a su lado.

Un día soleado, Romeo y Julieta se encontraron con dos de sus amigos. Pasaron las horas y todo marchaba bien, hasta que Julieta se fue con Jennifer a caminar y hablar, dejando a Romeo y Félix por otro lado.
 
Luego llegó Mar y ella, junto con Jennifer y Julieta, estuvieron juntas ya que no se veían tanto.

Romeo, cada vez que se acercaba a Julieta, ésta actuaba de forma extraña, haciéndole caso a sus otros amigos. Cuando ya todos se tenían que ir a sus respectivas casas, Jennifer le dijo a Romeo que Julieta ya no quería estar con él por cosas que habían pasado antes. Romeo, al escuchar esto, se sintió muy mal, al igual que se sentía Julieta en el viaje, camino a su casa.

Al llegar a su hogar, Romeo le envió una carta a Julieta diciendo las siguientes palabras:
¿No era mejor que lo dijeras cuando estabas enfrente mío? ahora me siento peor de lo que estaba antes, sólo por el simple hecho de enterarme que tu ya no quieres estar conmigo. Ni siquiera pensé en esto, pensé que podríamos llegar más adelante, pero este es un obstáculo que, comparado con los demás, es indestructible. Pero es tu decisión; si quieres podemos esquivar esto y seguir con lo nuestro.
A lo que Julieta le responde:
Yo nunca en mi vida diría que no quiero estar contigo porque eres todo lo que siempre quise y honestamente no sabría qué hacer si no estás a mi lado. A Jennifer le dije que tenía miedo de que estés con otra chica y me dejes por ella, pero no le dije que no quería estar contigo pues eso es lo que quiero en este mundo.

Romeo quedó impresionado sobre lo que le dijo Julieta, así que decidió estar junto a ella, a pesar de eso, para ver lo que el destino quería.

Pasados unos meses, la joven estaba mucho más alejada que antes de él. Romeo, al dudar de lo que estaba sucediendo, quiso que Julieta le dijera todo lo que ella sentía en aquel trágico romance. Julieta no sabía que decirle, ya que había perdido lo que alguna vez sintió por aquel muchachito, así que demoró en contestar. La relación seguía, pero no era tan feliz como al principio.

Una noche, Romeo pensó que ya era hora de decirle a la joven lo que pensaba sobre lo que estaba sucediendo entre ellos. Esa noche, Julieta lloró más de lo esperado, ya que Romeo eligió seguir con su vida con la diferencia de que Julieta siga con la de ella.

Pasado ese día, Romeo y Julieta no eran los mismos de antes, ya que los dos tenían que vivir sin el otro. Romeo se lo tomó fácil y pudo encontrar otra chica… Julieta, al enterarse de eso, decidió hacer lo mismo que él, pero ninguno lo podía reemplazar. Los días pasaban, y Julieta sufría cada vez más al ver que Romeo con su otra flor era más feliz. Ella no lo pudo soportar, así que con su pluma escribió en las sábanas: “Mi último pensamiento siempre serás tú” y, al terminar, se ahogó en la bañera. Romeo, al enterarse, dejó inmediatamente a su compañía y, con una pluma en un papel escribió: “Perdóname por lo que hago” y se clavó una daga en su pecho, ya que no soportó la muerte de aquella personita que alguna vez formó parte de toda su vida y le hizo sentir más felicidad que la tristeza.



La moraleja de esta triste historia de amor es que todas las historias tienen un triste final .